Queridos amigos, desde hace un muchos de años me ha preocupado intensamente la vertiente que está tomando nuestra iglesia en cuestión de la música y su utilización, estuve dirigiendo cuatro iglesia en el distrito de Canarias, donde dos de ellas utilizaban música evangélica e incluso música pentecostal en algún caso, donde alimentaban las emociones, los aplausos, los movimientos de pie (estilo evangélico pentecostal) bajo el concepto de fiesta sabática. Una apelación a las emociones que muchas veces se confundían con el pensamiento evangélico y puesto en práctica a veces en nuestras iglesias.
Me ha gustado muchísimo ver que esta situación no solo se vivía en dos iglesias de las que asistía, sino que he visto y leído durante mucho tiempo la preocupación en otros lares de nuestro mundo donde existe esa tendencia también, incluso pastores adventistas que comulgan con una piadosa y misericordiosa aceptación de este tipo de alabanza, dando a entender que hay que ganar más espacio dentro de la iglesia para esta música.
En mi búsqueda de respuesta me encontré con un artículo hace ya algún tiempo y que tenía apartado en el disco duro del ordenador y que por ser de mucha capacidad incluyo aquí el link:
www.adventistas.com/downloads/LaPentecostalizaciondelAdventismo.doc
En este artículo podemos ver como sin darnos cuenta dejamos que Satanás nos utiliza para continuar introduciendo en el Pueblo de Dios el tipo de alabanza pagana bajo una falsa apariencia de piedad.
Muchos cristianos bajo el deseo de búsqueda de nuevos cantos de alabanza, no reparan en la utilización de estos cantos para motivar a los hermanos bajo las emociones, cuando nuestra relación con Dios no es solo emocional, sino racional, ya que las emociones por sí solas son como la espuma de las olas, mientras que el equilibrio entra la emoción y la razón nos lleva al equilibrio cristiano.
Algun@s herman@s de esas dos iglesias argumentaban incluso que en el templo se danzaba y daban palmas en la alabanza a Dios. El problema es coger el texto sin haber leído claramente lo que dice, me explico:
El lugar donde eran tocados los instrumentos en el templo como los gritos de júbilo y alegría se realizaba en el lugar del atrio, fuera del templo, ese lugar se identifica en la teología del santuario como símbolo del mundo, lugar de la humanidad donde se realiza el sacrificio de Jesús y la resurrección, simbolizado por el altar de los sacrificios y la pila de agua o mar de bronce. Es justo ahí donde surge el sonido de címbalos, trompetas y salterios, símbolo de la testificación que podemos hacer nosotros en la humanidad,, con canto de jubilo con instrumentos de jubilo. Dentro del Templo lo que los sacerdotes hacían era la reverencia, la consagración, la disposición de hacer las cosas bien ante Dios y que nada procedente del atrio pudiera entrar sino el símbolo de Cristo, que era el sacrificio expiatorio por nosotros,, esto también es lo que debería existir en nuestras iglesias, una reverencia de acercamiento a Dios, nada más.
Es muy fácil dar palmadas, levantarse para moverse y dar gritos de aleluya en la iglesia, ¡qué difícil hacerlo en el colegio, universidad,, parque, amigos no creyentes! este es el verdadero problema y que Satanás ha sabido introducir en algunas iglesias y ha sabido cauterizar la mente de algunos líderes que haciendo caso omiso a lo escrito en la Biblia hablan de modernidad de la iglesia,, de adaptación de la iglesia a los tiempos.
Querido amigo, que el Espíritu Santo no te mueva a expresar con saltos, palmas, gritos, alabanzas con tintes pentecostales a tener una relación con Dios, sino que te mueva a amar a Dios y a reverenciar su nombre en su casa y que te anime a dar saltos palmas y gritos de alabanza en la calle, en el bus, en medio de tus amigos, allí donde supuestamente nos sentiríamos avergonzados de hacerlo.
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