viernes, 6 de diciembre de 2013

Semana Especial de Reavivamiento - Pescadores de hombres


Introducción

  1. Jesús nos llamó a un sagrado ministerio, se encuentra en Lucas 5:10 “y asimismo a Jacobo y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Y Jesús dijo a Simón: "No temas; desde ahora pescarás hombres.
  2. ¿Qué es ser pescador?
    1. ¿Podemos llegar a considerarnos pescadores de hombres?
    2. ¿Hemos pescado alguna vez un hombre?
  1. Fracaso en la Pesca
    1. ¿Por qué generalmente fracasamos?
      1. Si leemos en Lucas 5:4-5 nos muestra unos detalles del porqué ocurre esto: “Y cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Y respondiendo Simón, le dijo: Maestro, hemos trabajado toda la noche, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red.”
        1. El fracaso viene porque lo queremos hacer por nuestras propias fuerzas y cuando estamos fatigados por no conseguir lo que queremos o esperamos, deseamos regresar a la orilla para no seguir pescando. En definitiva porque nos falta fe y somos incrédulos, porque no confiamos en el poder del Espíritu Santo que Jesús nos dio de la misma forma que los pescadores no confiaron en el Maestro.
  2. Éxito en la Pesca
    1. Para comprender como tener éxito en la pesca debemos dirigir nuestras miradas al Maestro de los pescadores y el método  que utilizaba. En San Juan 4:3-4 nos dice: “dejó Judea, y se fue otra vez a Galilea.Y le era necesario pasar por Samaria.” No nos hemos preguntado nunca porqué le era necesario a Jesús pasar por Samaria.
      1. La respuesta la tenemos en el Espíritu de Profecía en Palabras del Gran Maestro página 210 nos dice: “No hemos de esperar que las almas vengan a nosotros; debemos buscarlas donde estén...Hay multitudes que nunca recibirán el Evangelio a menos que éste les sea llevado.
    2. Jesús no solo acudió porque era necesario, sino lo hizo con simpatía, como alguien cercano para poder hablar con las personas. En San Juan 4:7-9 encontramos un diálogo en el que la mujer reconoce que le extraña el que él sea judío y quiera o hable con ella: “Y vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: "Dame de beber" (Pues los discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer). Entonces la mujer samaritana le dijo: ¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque los judíos no tienen tratos con los samaritanos.
    3. No solo transmitía simpatía, sino que también atendía las necesidades que tenía la mujer. Si nos fijamos en el texto la mayor necesidad de la mujer era el sustento, el agua. San Juan 4:13-15 dice: “Juan 4:13: Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed, mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; mas el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. La mujer le dice: Señor, dame esa agua, para que yo no tenga sed, ni venga acá a sacarla.
      1. Todos tenemos diferentes necesidades, sean fisiológicas, emocionales e intelectuales. Todos pasamos por momentos de carencia y los pescadores de hombre debemos mostrar a todas esas personas que con Cristo esas necesidades son secundarias porque Él llena por medio del Santo Espíritu nuestros vacíos.
  3. Invitar a testificar
    1. Cuando las personas han conocido a Jesús personalmente, el hace que no callemos ante nadie, y comienza la verdadera testificación, en Juan 4:39-42 “Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en Él por la palabra de la mujer, que testificaba diciendo: Me ha dicho todo lo que he hecho. Entonces, cuando los samaritanos vinieron a Él, le rogaron que se quedase allí; y se quedó allí dos días. Y creyeron muchos más por la palabra de Él. Y decían a la mujer: Ahora creemos, no sólo por tu dicho; sino porque nosotros mismos le hemos oído, y sabemos que verdaderamente Éste es el Cristo, el Salvador del mundo.” 
Conclusión
  1. Por medio de la mujer todo un pueblo llegó a oír del Salvador. Ella llevó en seguida la luz a sus compatriotas, el verdadero discípulo nace en el reino de Dios como misionero. El que bebe del agua viva, llega a ser una fuente de vida y un deseo pescador de almas. 
  2. Mi oración es que tu y yo hoy nos convirtamos en pescadores de almas, que practiquemos el método de Cristo y que el Espíritu Santo toque los corazones de los que hablemos.
Amén.

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