viernes, 4 de octubre de 2013

Comprender hoy LA PALABRA

Desde hace relativamente poco tiempo se sacó a la venta la Biblia "La Palabra", puede ser este un título sugerente pero nos hace perder la perspectiva del contenido, desde generación tras generación "La Biblia" ha evocado en nuestras mentes algo que está por encima de todo pensamiento e intensiones, hemos entendido que es la voluntad de Dios para los hombres y muestra esa voluntad por medio de la esperanza de la salvación en Jesucristo.

Es La Biblia la que debe dar respuesta a muchos de los contenidos e ideologías que puedan surgir del pensamiento humano, incluso aquellos que rechazan la Biblia han entendido que es un instrumento ideológico de masas, pero que en ella no hay nada cierto.

Entendiendo libertad que Dios da al hombre en el origen, tal y como expresa en Génesis 2:17, hoy podemos decir que tenemos libertad de creer o no en la Biblia y bajo ese prisma cada uno debe decidir. Lo cierto es que uno elige cuando conoce, no puede elegir en el desconocimiento, ya que eso se llama ignorancia.

Para poder rechazar la Biblia o aceptarla, debemos estudiarla, es así como se desarrolla un pensamiento y una decisión posterior. El problema es el que nos dejemos llevar por lo que dicen o escriben otros, sin experimentar individualmente cada uno.

Por ejemplo La Biblia se describe a sí misma como una herramienta útil, en 2ª Timoteo 3:16 nos damos cuenta de ese valor, como puede instruir, como puede corregir, como puede elevar al hombre a hacer el bien.

La razón de estas enseñanzas, es que en ella está intrínseca la persona de Jesús, al que debemos descubrir y más en las páginas del Antiguo Testamento, tal y como Jesús mismo les indica a los doctores de la ley que estaban constantemente atacando su ministerio y persona, podéis encontrarlo en S.Juan 5:39, recordemos que en vida de nuestro Señor solo se conocía el A.T. Cierto es que la aptitud que tengamos con respecto a la Biblia va a influenciar en la comprensión y estudio de la misma. Al abrir cada una de las páginas debemos hacerlo con un corazón humilde y receptivo a aprender, no a enseñar, tal y como podemos comprenderlo en Mateo 11:25 e incluso podríamos ampliarlo con el texto de 1ª Corintios 1:21, 26-31 Estimado lector, no dejes la oportunidad de conocer aquello que de antemano quieres rechazar o aceptar, da lo mismo tu postura, pero no lo hagas bajo la ignorancia o bajo la robotización establecida por otros que llevan tu voluntad a rechazar o aceptar sin comprobar lo que la misma Biblia dice de sí misma. Dios te bendiga.

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