jueves, 1 de noviembre de 2007

El Espíritu Santo - Una persona



Existen muchas formas de querer hacer daño a la iglesia que representamos. Más bien al mensaje que debemos transmitir en nuestra gran comisión que la tenemos en Mateo 28:19 que nos dice: " Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones..." la peor de todas es la de ser como dice el apóstol Pablo en Hechos 20:29 "porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces que no perdonarán al rebaño." Estos son los peores, ya Jesús transmitió este pensamiento cuando dice: "Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces." Mateo 7:15. Esto es lo que está ocurriendo, lo que el enemigo de la verdad está animando a desarrollar en medio de la iglesia.
Si nos fijamos en el texto de Mateo, nos habla de los falsos profetas. Si nos atenemos al significado etimológico de la palabra profeta, podemos decir que es el enviado, en que tiene un mensaje que dar de parte de. Normalmente en la Biblia se entiende como profeta al que tiene un mensaje de parte de Dios, por lo que el ser falso profeta es el que tiene un mensaje que no es de Dios, por eso es falso. Lo curioso es que no se le niega el mensaje, tiene un mensaje, pero ese mensaje va contra los principios de Dios establecidos en la Biblia.
Uno de esos mensajes es considerar al Espíritu Santo como parte de la Gracia de Dios, como algo que es impersonal, sin voluntad, sin personalidad. En definitiva como si no fuera una persona de la Divinidad. Sencillo es el ataque que hacen a la tercera persona de la divinidad, diciendo que la Trinidad no es bíblica y es una enseñanza que la iglesia adventista aceptó posteriormente a Ellen White e incluso que la Iglesia Adventista se auto-autorizó el manipular textos de Ellen White para que ella diga lo que nosotros aceptamos como creencia fundamental.

Quiero hacer una breve explicación del Espíritu Santo, eso sí, no como mecenas del conocimiento que pueda tener del Espíritu Santo, ya que la misma Ellen White nos dice:
“No es esencial para nosotros ser capaces de definir con precisión qué es el Espíritu Santo” (Los hechos de los apóstoles, p. 42). “La naturaleza del Espíritu Santo es un misterio. Los hombres no pueden explicarla, porque el Señor no se las ha revelado” (Ibíd., p. 43).
Por lo que en ningún momento la Iglesia Adventista a explicado la naturaleza del Espíritu Santo, simple y llanamente han visto en la Biblia y en los escrito de la hermana White que es una persona, y que lo que sí está revelado es que Dios Padre y Dios Hijo estaban independientemente uno en el Cielo y el otro en la Tierra, por lo que si se expresa en el texto bíblico que el Espíritu Santo tiene atributos de una persona, se acepta que también es Dios Espíritu.

Bueno, como decía anteriormente Ellen White no habla nunca del concepto Trinidad, tampoco era necesario para ella hablarlo porque implícitamente aceptaba que era una persona, como se puede comprobar en las siguientes declaraciones:
“El Consolador que Cristo prometió enviar después de ascender al cielo es el Espíritu en toda la plenitud de la Divinidad, poniendo de manifiesto el poder de la gracia divina a todos los que reciben a Cristo y creen en él como un Salvador personal. Hay tres Personas vivientes en el trío celestial; en el nombre de estos tres grandes Poderes –el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo– son bautizados los que reciben a Cristo mediante la fe, y esos Poderes colaborarán con los súbditos obedientes del Cielo en sus esfuerzos por vivir la nueva vida en Cristo [Special Testimonies, Serie B, Nº 7, pp. 62, 63. Año 1905]” (El evangelismo, p. 446).

También podemos leer:
“Los eternos dignatarios celestiales –Dios, Cristo y el Espíritu Santo– armándolos [a los discípulos] con algo más que una mera energía mortal [...] avanzaron con ellos para llevar a cabo la obra y convencer de pecado al mundo [Manuscrito 145, 1901]” (Ibíd., p. 447).

No quiero insistir más en los escritos de la hermana White, si vemos las fechas de estos manuscritos, son todos anteriores a su muerte, por lo que ella tenía claro quién era el Espíritu Santo. Cierto es que bajo la acusación de manipulación se escudan para decir que estos textos no son los que ellas escribieron. La cuestión es saber como saben o que manuscritos tienen los que dicen esto para afirmarlo tan firmemente. La verdad es que esto me lleva a comprender donde está la falsa profecía, en la de declarar lo contrario a lo establecido, sin tener pruebas de ellos y todos son atestiguaciones verbales para fundamentar una creencia. Sacro error queridos amigos, no hagamos como ellos, sino todo lo contrario, busquemos en la Biblia las verdades.

Esto nos lleva a los textos bíblicos donde nos hablan del Espíritu Santo, si miramos en cualquier concordancia bajo el título de "Espíritu Santo" aparecen en el texto bíblico 92 veces en 91 versículos. En esas 92 veces podemos denotar que existen diversos atributos que son otorgados al Espíritu Santo como también lo son a Jesús y al Padre.

A. El Espíritu hace aquello que sólo una persona puede hacer.

1. El convence al mundo: «Y cuando El venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio» (Jn. 16:8).

2. El enseña: «El os enseñará todas las cosas» (Jn. 14:26; ver también Neh. 9:20; Jn. 16:13-15; 1 Jn. 2:27).

3. El Espíritu habla: «Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones al Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba,
Padre!» (Gá. 4:6).

4. El Espíritu intercede: «Pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles» (Ro. 8:26).

5. El Espíritu guía: «Guiados por el Espíritu» (Gá. 5:18; cf. Hch. 8:29; 10:19; 13:2; 16:6-7; 20:23; Ro. 8:14).

6. El Espíritu señala a los hombres para el servicio específico: «dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para
la obra a que los he llamado» (Hch. 13:2; cf. Hch. 20:28).

7. El Espíritu está El mismo sujeto a un plan (Jn. 15:26).

8. El Espíritu ministra: El regenera (Jn. 3:6), El sella (Ef. 4:30), El bautiza (1 Co. 12:13), El llena (Ef. 5:18).

B. Él, como una persona, es afectado por otros seres.

1. El Padre le envía al mundo (Jn. 14:16, 26), y el Hijo le envía al mundo (Jn. 16:7).

2. Los hombres pueden hacer enojar al Espíritu (Is. 63:10), pueden contristarle (Ef. 4:30), pueden resistirle (1 Ts.5:19),
pueden blasfemarle. (Mt. 12:31), pueden mentirle (Hch.5:3), pueden hacerle afrenta (He. 10:29), pueden hablar en
contra de El (Mt. 12:32).

C. Todos los términos bíblicos relativos al Espíritu implican su personalidad.

1. El es llamado «otro Consolador» (Abogado), lo cual indica que El es una persona tanto como lo es Cristo (Jn. 14:16-17;
26; 16:7; 1 Jn. 2:1-2).

2. A El se le llama Espíritu en el mismo sentido personal que Dios es llamado Espíritu (Jn. 4:24).

3. Los pronombres usados para el Espíritu implican su personalidad. En el idioma griego la palabra «espíritu» es un
nombre neutro, el cual, naturalmente, requiere un pronombre neutro, y en unas pocas oportunidades es usado (Ro.
8:16, 26); pero a menudo se usa la forma masculina del pronombre, enfatizando el hecho de la personalidad del
Espíritu (Jn. 14:16-17; 16:7-15).

D. Como una persona de la trinidad, el Espíritu Santo es co-igual con el Padre y el Hijo.

1. Él es llamado Dios.

1.1. Este hecho se verá comparando Isaías 6:8-9 con Hechos 28:25-26; Jeremías 31:31-34 con Hebreos 10:15-17.
(Notar también 2 Co. 3:18 y Hch. 5:3, 4. « ¿Por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo?
... No has mentido a los hombres sino a Dios».) A pesar de que los juicios de Dios han caído tan drásticamente
sobre algunos que han mentido contra el Espíritu (Hch. 5:3), y aunque a los hombres evidentemente no se les
permite jurar en el nombre del Espíritu Santo, y aunque El es llamado el Espíritu Santo, es cierto que El no es más
santo que el Padre o el Hijo; la absoluta santidad es el primer atributo del Trino Dios.

2. Él tiene los atributos de Dios.

2.1. Podemos ver estos atributos comparando los textos siguientes (Gn. 1:2; Job 26:13; 1 Co. 2:9-11; He. 9:14).

3. Él Espíritu Santo ejecuta las obras de Dios

3.1. Esto también se puede ver comparando los textos bíblicos siguientes (Job 33:4; Sal. 104:30; Lc. 12:11-12; Hch.
1:5; 20:28; 1 Co. 6:11; 2:8-11; 2 P. 1:21).

4. Como podemos comprobar con los textos anteriores, el mismo uso de los pronombres personales afirma lo dicho
hasta ahora una personalidad independiente a la del Padre y la del Hijo, pero subyugada a ellos como también el
Padre y el Hijo están subyugados con Él.

5. Se presenta al Espíritu Santo en la Escritura como un objeto personal de fe

En la comprobación de los textos siguientes podemos entenderlo (Sal. 51:11; Mt. 28:19; Hch. 10:19-21).

Como objeto de fe, también debemos obediencia al Espíritu Santo. El creyente caminando en compañía del Espíritu Santo, experimentará su poder, su orientación, su instrucción y confirma las grandes creencias de nuestra iglesia, creencias que solo se basan en las Escrituras, fuente de revelación divina.

Queridos amigos, ¿existe una unidad co-eterna de tres personas en la Biblia? sí, ¿existe en los escritos de la hermana White una unidad co-eterna de tres personas? sí.

¿Por qué los Adventistas llamamos esa unidad co-eterna de tres personas Trinidad? la respuesta es tan sencilla que la tenemos en la terminología de la palabra. Trinidad significa tres personas en unidad. Esto es lo que la Biblia transmite y lo que la iglesia tiene como creencia fundamental, por lo que es lo que tenemos que vivir para sentirnos plenos.

Si esto no vale, solo concluir con los dos textos donde tanto Mateo como Pablo colocan al Espíritu Santo al igual que Dios y que Jesús, bueno en el caso de Mateo recoge una declaración del mismo Jesús y entendemos que Pablo ha sido inspirado por el mismo Dios al decirlo también.

Mateo 28:19
Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,

2ª Corintios 13:14
La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santoi sean con todos vosotros. Amén.

Solo con estos dos textos deberíamos callar nuestra boca y abrir nuestras mente para recibir el poder del Espíritu Santo. No sé quien puede bautizarse sin la formula establecida por el mismo Jesús, y no sé quien puede sentirse en comunión sin desear que el Espíritu Santo como persona actúe para que exista esa comunión.

Es por eso que los que rechazan al Espíritu Santo se sienten fuera de la comunión porque los que viven bajo la comunión lo hacen bajo el Espíritu Santo.

Que el Señor bendiga a sus hijos y haga que el Espíritu Santo trabaje en los corazones de aquellos que no quieren ver más allá de las letras y que nos ayude a los demás en permanecer firme hasta que Cristo regrese y podamos preguntarle a Él todas nuestras dudas.

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